Lago criticó particularmente el respaldo del diputado colorado Mauricio Viera a la intendenta electa Ana Bentaberri, del Partido Nacional, en el marco de las elecciones departamentales del pasado 11 de mayo. Según el edil, esa decisión refleja una falta de compromiso con el desarrollo político territorial del Partido Colorado. “No le importa, demuestra que no le importa y que el partido está diciendo ‘no me importa’ a nivel departamental”, expresó, y agregó: “¿Existe república sin territorio? Si no desarrollás territorialmente los diferentes lugares, la próxima reunión que la hagan en un ascensor”.
El dirigente colorado también manifestó su decepción con los legisladores nacionales de su partido. “Estoy totalmente desilusionado, defraudado de los cinco senadores y 19 diputados. La preocupación es estar en la coalición por carguito. No es por los problemas que tiene nuestra ciudadanía”, señaló, y remarcó que no está dispuesto a poner en riesgo su vida personal y familiar por una interna partidaria que considera desigual.
Lago sostuvo que el Partido Colorado ha perdido su identidad histórica y ya no lo representa. “Nuestro partido era el escudo de los débiles, ahora es el escudo de los blancos”, afirmó. A pesar de su desilusión, indicó que asistirá a la próxima convención partidaria para exponer su postura y generar reflexión dentro del sector: “Voy a ir a la convención a dar la discusión y por lo menos generar esa semillita para que la gente se ponga a pensar en ver la realidad, que seamos el partido que realmente éramos”.
En otro pasaje de la entrevista, cuestionó las recientes declaraciones del expresidente Julio María Sanguinetti, quien defendió la continuidad de la coalición de gobierno. “Hoy estamos hablando desde el miedo. El expresidente Sanguinetti hablando de la coalición para seguir metiendo gente. Yo no quiero meter gente. Yo quiero meterles cabeza, ideas. La política es eso. A mí me da asco. Si soy sincero, me da asco”, sostuvo.
Hijo de un político que —según relató— dedicó su vida al servicio público, Alfredo Lago lamentó la deriva que, a su juicio, ha tomado su partido: “Lo digo con tristeza y a boca de jarro: no me representa”.