Durante el encuentro, se definieron acciones prioritarias: diseñar una hoja de ruta con coordinación interinstitucional, elaborar un registro nacional de palmeras afectadas, desarrollar modelos predictivos para el seguimiento de la plaga y crear un protocolo único para su manejo y control. Además, se busca evitar que la plaga alcance especies autóctonas, como los palmares de Rocha, y prevenir su expansión fuera del país.
Las autoridades convocaron a trabajar en conjunto con intendencias, municipios y la población adulta, y acordaron reunirse nuevamente en un mes para evaluar avances. Actualmente, el picudo rojo afecta palmeras en los departamentos de Durazno, Florida, Lavalleja, Maldonado, Colonia, San José, Canelones y Montevideo.
La directora nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, Estela Delgado, explicó que el picudo rojo llegó a Uruguay en 2022, probablemente por vía acuática a través de palmeras vivas. Aclaró que esta especie no representa un riesgo para la salud humana, pero causa daños importantes en las palmeras.