Este miércoles 30 de abril, en el marco del Día del Trabajador Rural, se llevan a cabo diversas actividades organizadas por la Unión de Trabajadores Rurales y Agroindustriales del Uruguay (UNATRA) en varios puntos del país, como Santa Rosa, Cerro Largo, Paysandú y Bella Unión. La jornada, además de conmemorativa, fue definida por la organización como un espacio de reivindicación y proyección para el año en curso, signado por el inicio de un nuevo gobierno y la proximidad de una ronda de negociación colectiva.
El referente local de UNATRA, Germán González, subrayó que el sindicato se prepara para discutir, no solo el salario mínimo, sino también aspectos vinculados al trabajo a destajo y la productividad, elementos que —según señaló— son centrales en el desempeño laboral de muchos trabajadores del sector. La convocatoria a la negociación colectiva ya ha sido acordada y está prevista para el próximo mes, con el objetivo de iniciar el diálogo con antelación al vencimiento del convenio actual.
En otro orden, González expresó preocupación por la situación de muchas familias rurales que deben dejar a sus hijos al cuidado de familiares desde la madrugada para poder trasladarse a trabajar. En ese sentido, manifestó la intención de coordinar acciones con el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) en torno al Sistema Nacional de Cuidados, una vez que asuma la nueva directora departamental. Según el dirigente, es necesario que este sistema contemple las particularidades del ámbito rural.
Asimismo, reiteró un reclamo histórico del sector: la mejora en las condiciones de acceso al seguro de paro, especialmente en el caso de trabajadores zafrales y a destajo. González indicó que, debido a la forma en que se estructura el vínculo laboral de estos trabajadores, muchos de ellos quedan por fuera de la cobertura. En este contexto, informó que han sido convocados por legisladores y representantes del PIT-CNT que integrarán la comisión encargada de tratar temas de seguridad social, y que ya se han presentado propuestas concretas.
González sostuvo que, a pesar de la existencia de la ley de ocho horas, persisten desigualdades que afectan a los trabajadores rurales. “Seguimos siendo considerados trabajadores de segunda clase”, afirmó, remarcando que el sindicato buscará revertir esa situación en este nuevo ciclo de gobierno.